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La inteligencia artificial (IA) está transformando la productividad en la industria manufacturera y otros sectores industriales, ofreciendo mejoras significativas en eficiencia y reducción de costos.

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Según un informe de McKinsey, las empresas que implementan IA han visto aumentos en la productividad de hasta un 20%, gracias a la automatización de procesos y la capacidad de optimizar las operaciones a través del análisis de grandes volúmenes de datos.

Esta tecnología permite identificar patrones en las operaciones que de otro modo pasarían desapercibidos, lo que facilita la toma de decisiones más informadas y rápidas.

PwC, por su parte, estima que la IA tiene el potencial de contribuir hasta con $15.7 mil millones a la economía global para 2030, con un impacto especialmente fuerte en el sector industrial debido a la automatización de tareas repetitivas y el análisis predictivo para el mantenimiento y la optimización de máquinas.

Empresas de manufactura están utilizando IA para mejorar la calidad de los productos, disminuir los tiempos de inactividad de las máquinas y reducir los desperdicios en los procesos.

Un claro ejemplo de cómo la IA está mejorando la productividad en el sector industrial es el caso de Grede, una empresa de fundición que sirve a los sectores automotriz, industrial y de camiones comerciales. Grede ha implementado una plataforma IIoT (Internet de las cosas industrial) llamada Monitizer, que combina IA con datos en tiempo real para mejorar sus procesos de producción.

Eficiencia y reducción de desperdicios

Desde que la plataforma fue implementada en 2020, las nueve plantas de Grede han reportado una reducción significativa en el desperdicio de materiales, con algunas de sus plantas logrando una reducción de hasta el 50% en desperdicios relacionados con defectos en los moldes de arena.

Según un comunicado compartido por la empresa, el uso de IA a través de Monitizer (plataforma modular de IIoT desarrollada por Norican) no solo ha mejorado el control de calidad, sino que también ha permitido a Grede reducir costos operativos y aumentar su capacidad de producción sin necesidad de incrementar significativamente la inversión en equipos nuevos.

Esta mejora se ha dado en gran parte gracias a la capacidad del sistema para identificar y corregir variaciones en los parámetros de producción antes de que se conviertan en problemas mayores, permitiendo que la empresa mantenga sus estándares de alta calidad mientras reduce el desperdicio.

La segunda fase del proyecto de digitalización de Grede incluye la integración de IA para optimizar aún más los procesos mediante Monitizer | PRESCRIBE, una herramienta que tiene la capacidad de analizar hasta 2,700 variables en tiempo real.

Esto permitirá a Grede controlar de manera más eficiente sus procesos de producción y minimizar las fallas, algo que tradicionalmente requería décadas de experiencia para los operarios humanos.

El impacto de esta tecnología es un ejemplo tangible de cómo la IA está permitiendo a las empresas industriales ser más competitivas en mercados globales cada vez más exigentes.

La IA en la industria

Los datos recopilados por consultoras como McKinsey y PwC muestran que las empresas que adoptan IA en sus procesos industriales están mejor posicionadas para enfrentarse a las demandas del futuro.

McKinsey señala que las empresas en sectores como la manufactura avanzada y la automotriz han sido las primeras en adoptar la IA, obteniendo beneficios como el ahorro de costos, la mejora de la eficiencia operativa y la optimización de sus cadenas de suministro.

PwC agrega que la IA no solo ayuda a mejorar la productividad, sino que también es fundamental para mitigar riesgos operativos al predecir fallas antes de que ocurran, lo que reduce el tiempo de inactividad y los costos asociados.

Es claro que uso de IA en el sector industrial ya ha demostrado su capacidad para mejorar la productividad, reducir los desperdicios y generar ahorros significativos.

Empresas como Grede están a la vanguardia de esta transformación, demostrando que la digitalización y la adopción de tecnologías avanzadas son esenciales para mantener la competitividad.